jueves, 13 de mayo de 2010

Frau Kramer y sus fotos

Mientras escribo estás líneas, leo sobre Roma Republicana, tuiteo, reviso el fb y quién sabe que más, me tomé la libertad de conocer a Frau Kramer en ese lapso, mientras pensaba en su apellido y hablábamos sobre asuntos personales de cada uno desde romances, viajes y situaciones; a mi mente vinieron imágenes de una nación...Alemania, país el cual siempre he querido conocer. Regiones como Bavaria, Pilsener, Bremen, Munich, Leipzig, vinieron a mi.

También relacioné su apellido con una gran leyenda popular Fausto, pero cuan bello es el que escribió Goethe, en fin la divagación fue profunda, el misticismo crecía constantemente, hasta que miré una de sus fotos, sí una de sus muchas fotos, un momento cotidiano, en un lugar de mi ciudad, la línea del tren y el tanque de agua oxidados, está escena llamó mi atención de sobremanera porque estaba tomada bajo un día de lluvia. De ahí en adelante Frau Kramen y yo hablamos sandeces, nos pasamos fotos, le mostré este blog medio tonto, gustó de dos de las publicaciones que hay acá, las mismas dos que a muchos le han gustado...

Siendo el escritor wannabe (me robo estás palabras del silabario melissiano), que soy no escribo esto con el fin de dármelas de importante ni nada por el estilo, pero fue genial tener la dicha de conocer a Frau Kramer anoche en el bar de la esquina, en un momento muy al azar, mientras envidiaba a quienes fueron al concierto de Sabina, total entre tanta plática deseamos tanto Frau Kramer y yo a la 1 am que en las botellas vacías quedan las historias que contar y fotos que quemar...

sábado, 8 de mayo de 2010

Soledades (no las de Góngora)

La escena: un bar, el personaje: él mismo, rol actancial: el héroe derrotado.

En el bar está sentado solo, pensando en todos los héroes victoriosos que ha querido ser, pero su novela no se lo permite, sueña algún día ser Robin Hood, Arturo, Alejandro, Sherlok Holmes, El Zorro, D´Artagnan, El Cid, Nemo, Él viejo, pero de todos los héroes a quién ha tratado de seguir, su favorito, su modelo es Argon, quién sabe por qué...sigue pensando mientras observa a la gente a su alrededor, ellos saben que él está ahí solo, pero se torna invisible ante los demás.

Mientras desaparece ve algunos rostros entre la gente que le parecen familiares, pero entre el humo, el alcohol y sus pensamientos oscuros, él opta por recitar un poema de Benedetti, mal recitado, claro está. Espera a sus amigos que no llegan, no sabe cuánto tiempo tiene de estar ahí sentado, memoriza poco a poco su día. Recuerda las palabras que lo enviaron directamente a ese lugar, mientras fuma y toma su cerveza, de repente se da cuenta que no tiene más y pide
recarga.

El cantinero vuelve le trae otra cerveza con el dibujo de un águila, otro cigarrillo, trata de ser amable y le ofrece encender su nuevo cigarrillo, él no acepta, le parece incómodo, lo enciende por su cuenta, el cantinero se marcha de vuelta a la barra, el sigue pensando, quizás sea la falta de sexo lo que a él lo torna loco, pero recordemos que su rol actancial es el de un héroe derrotado , nunca va lograr su cometido y si lo logra es a medias, él tiene el anhelo de ser alguien importante pero no lo hará. La noche transcurre y él sigue tornándose más invisible, sus amigos llegan y no lo ven, cuando se percatan de que está ahí, el está ebrio una vez más.

Sigue tomando y fumando, pidiendo recarga al cantinero, suerte que no tiene celular disponible en ese momento...quién sabe qué hubiera hecho, tal vez hizo lo que no debió hacer pero no se arrepiente, nunca lo hace, pero de igual manera nada tiene importancia ahora, una que otra lágrima baja de sus ojos pero sabe que en un lugar público no se puede exponer por lo que se contiene.

La noche continua posiblemente no sea muy tarde para otros pero él a las 11.45 ya está ebrio, después de unas 7 cervezas y dos tragos distintos, él no quiere ir a su casa porque vive en constante amenaza de muerte, decide ir donde su amigo, aquel que lo ha tratado de rearmar una y otra vez, lloró bastante, una vez más, sabe que su vida ha sido ese constante lamentar de mierda pero asume el hecho de que es un hombre común, un héroe derrotado que quiere terminar pronto la novela inconclusa...

martes, 4 de mayo de 2010

El bar de la esquina

¿Te acuerdas de aquel bar?
Sí, sí aquel, aquel, el de la esquina, ese al que no querías entrar jajaja, bueno en ese bar espero cada noche después de tomarme algunos cuantos tragos ácidos de un licor que no precisamente sabe bien, ese el cacique, que sabe raro especialmente ahi; bueno ahi, ahi espero con ansias una brisa para imaginarme que pasa por tu cara y abanica tu cabello, tratando de sonreír estúpidamente como siempre lo he hecho, de medio lado...

Bueno ese trago raro y feo que tiene un sabor agrio que cuando baja por la garganta, me rompe las entrañas, revuelve mi estómago y nubla mi entendimiento, si bueno ese maldito trago me ha obligado muchas veces a tratar de olvidar porque lo hago, pero me confundo un poco más, bueno no importa, total, me levanto con la conciencia limpia pero la mirada, la mente y otras cosas no tan limpias como creí que estaban. Tanto es así que me pongo a recitar solo un poema de Gelmán que se llama que pasa, si ese que dice:

Yo te entregué mi sangre, mis sonidos,
mis manos, mi cabeza,
y lo que es más, mi soledad, la gran señora,
como un día de mayo dulcísimo de otoño,
y lo que es más aún, todo mi olvido
para que lo deshagas y dures en la noche,
en la tormenta, en la desgracia,
y más aún, te di mi muerte,
veré subir tu rostro entre el oleaje de las sombras,
y aún no puedo abarcarte, sigues creciendo
como un fuego,
y me destruyes, me construyes, eres oscura como la luz.

si no es ese recito el otro de ese mismo poeta que dice:

yo no sabía que no tenerte
podía ser dulce como nombrarte
para que vengas
aunque no vengas
y no haya sino tu ausencia
tan dura como el golpe
que me di en la cara
pensando en vos

Total está cantidad de incoherencias no las leerá nadie, o al rato sí, total ya que, ya las escribí, ese trago loco afecta mis procesos racionales y altera mis emociones, bla, bla, bla, bla, bla, bla, en pocas palabras esto es pura verborrea...cosa que actualmente no me pasa, todo gracias a ese maravilloso periodo en ese el bar de la esquina que tiene dos ceros a la entrada....